Algunas veces trabajo como segunda cámara para otros fotógrafos de Boda.
Esta vez me tocó ser Segunda Cámara para Franz Paván y trabajar al lado del archiconocido en Venezuela Maxime Bendaham en mi primera boda árabe.
Como casi siempre, me encargo del novio y captar momentos durante la boda. Trabajar para Nidal y su familia fue un auténtico placer, su mamá Fairuz es un encanto.
Todo el mundo debería ir a una boda árabe, es algo de otro mundo, las mujeres son hermosas, sus vestidos elegantes las hacen lucir como princesas de los cuentos de las Mil y una noche. El baile con la música árabe es otra de las cosas que me impactó…todo es elegancia y sutileza en estas bodas.